OSIRIS
Hay épocas tremendas, pero las situaciones suelen repetirse a lo LARGO de la CORTA historia del mundo (SÍ, una contradicción). ¿Karma?, ¿darma?, ¿suerte?, ¿drama?, todo y todos tienen su punto de vista, ¡pero que más da!, es una continua búsqueda de racionalizar y humanizar lo que naturalmente es perfecto en el universo, por eso este pobre mundo está fatal.
¡Lo encontramos!, ¡Aparició!, Isis no lo esperaba, el dios Osiris, cortado en catorce trozos, por la maldad de muchos o de pocos, ¡Quizás de nadie! (todo lo miras con el reflejo de tu alma a través de los ojos). Isis, Diosa de la maternidad, de la fecundación, Diosa de la protección y maga, decidió, hacer lo imposible por reconstruir a su amado Osiris, pieza por pieza, sin temor alguno, siempre logra lo que se propone con la magia de su profundo amor.
¿PERO QUE HACES CHICA?, ¡Dicen que lo que se rompe no será lo mismo nunca!, ¡DÉJAME EN PAZ, ESO ES UN DICHO HUMANO Y NO PERTENEZCO A ESTE MUNDO!
Efectivamente, lo logró, el Dios Osiris resucitó, pero por más que Isis intentó juntar todas las partes para que su adorado no perdiera su esencia, seguían extraviadas dos partes, su falo y su corazón, este último el más importante.
¿QUIÉN HA PODIDO DESTRUIR DE UNA MANERA IRRECUPERABLE ESTAS PARTES?. ¡Mi amado no será el mismo!, o ¿Nunca lo fue?, ¿en el fondo siempre fue así?, ¿Se autodestruye?, ¡Ciertamente!, ¡pero a los minutos renace y resucita, como si nada hubiese pasado!, ¿Es un gran artista del drama?, ¡Sólo cuando le conviene!, ¡Claro!, pero sigue siendo dios.
¡SE HA LEVANTADO!, ¡ESO ES LO IMPORTANTE!. ¡Mi regocijo es inexplicable al verle feliz, aunque ya no sea el mismo!, ¿O si lo es?, sea como sea, es él.
Duermo y susurra a mi oído cada noche sus hazañas, grita mi nombre sin parar, y ¿Por qué no le contestas Isis?, porque cuando su espíritu llega me paraliza, mi magia se disuelve en la oscuridad, mis energías se disipan como el aire al conocer la verdad dura que hay en sus ojos, y algo muere en mi cuando salen de sus labios mentiras bonitas.
La percepción y la intuición son dones que nacieron conmigo, él lleva a mortales a Orión, sí, de la mano, con sus encantos de Dios Supremo, ¡Yo!, su Diosa incondicional, escondo mi sabiduría para no ofenderle, estaré allí, por siempre, así lo ha decidido el cosmos, me fundiré con las aguas del Nilo para desatar la paz en esta tierra árida y hostil y las fecundaré para que traigan el mayor beneficio a mi pueblo, le dejaré, así será quien es y siempre ha sido.
Isis siguió en la Tierra, sus fuerzas se apagaron, se volvió polvo y el viento lo arrastro al Nilo, éste se lleno de luz y las tierras cercanas empezaron a florecer, luego de llenar de belleza a su pueblo, resurgió de sus cenizas y emprendió el vuelo hacia su constelación.
MGM.