Gusto

El Gusto es una convención, el mal gusto una realidad

ME VOY ENAMORANDO

ME VOY ENAMORANDO

Y salió de aquella caterva de conversaciones, oquedades, orquídeas… racimos de amor, ramos de lujuria de besos a escondidas. Robos de caricias a mano armada. Cuando se la mostré a los que rodean el azúcar, la envidia invadía sus pupilas, incredulidad, falta de verdad… interpretaciones de largo de falda, por fondo de garganta. Hace estragos.

Nobleza, aristocracia, mezclas perfectas: un poco de español, un mucho de hispano, la sal y la pimienta del bacalao lisboeta… ¿Será la perfección? Y, que más da. Es real , duerme y se levanta, va al hotel… Se tele transporta por mis sueños. Mi bruja Esther no la nombraba en sus predicciones, tampoco la que está cayendo, y lo peor, la que está por llegar. Por eso quiero estar abrigado y enamorado… El enano, no era bajito que esto tiene perdón, era de poca capacidad… un 49cc subido a 75cc sin papeles… y sin condiciones de desarrollo. La esperaba con un ramito de flores machacadas por las inclemencias de las Ramblas, por las que paseó hasta que se encontró con la del Muelle de San Blas.

¿Viene usted? Viene, sí, viene… Ya llega la impaciencia, veneno de los que tienen los ojos inyectados de vida, de varias vidas vividas a la vez, con inquietudes e intensidades distintas. Hay un lugar tan especial, donde yo contigo querría estar… ¡Me voy enamorando! Al despertar ella estaba a su lado, sólo les separaba una sábana fina, desgastada, con olor a mil noches de amor. Esencia de aquello que estuvo por pasar… Cada uno acaba sus historias como conviene... Pues eso, adelante, te toca… ¿te atreves? Es un buen ejercicio, acabas una locura con la cordura de tu realidad. Algunos no me entienden, otros no me soportan, y, yo lo llevo como puedo.

Sólo el arte del costumbrismo de los patricios romanos haría revivir las piedras muertas y el caballo senador. Todo volvería a un equilibrio estúpido en el que el sueño daría paso a un desdén, a una locura, a una batidora de sentimientos.

¡Me casé contigo porque eras guapo! Esta frase NO nació del amor, pero sólo tengo un pensamiento: Mi NIÑA bonita. Mi dulce princesa, mi lindo lucero...