Gusto

El Gusto es una convención, el mal gusto una realidad

SÓLO SÉ ESTAR SOLO

Que lindo cuerpo tienes acuéstalo en mi cama. Nunca, porque me echaron, o por que me fui, me engañé, me refugié en un salón, en una esquina donde sus gritos no me llevasen más cerca de la locura. De lunes a domingo yo la quiero utilizar. Diré lo que quieras mientras me dejes acariciarte, no me pueden acusar de nada, digo la verdad. Fui muy claro, las personas como yo somos menos, utilizamos trucos contra nuestras propias convicciones, para construir un mundo de naipes que aguanta el resoplar de mi almohada.

Y, cuando entro y no les veo, y les imagino corriendo entre mis piernas, y sólo viene uno, luego dos, luego el de las pruebas de hasta el 4 de julio o el 40 de junio, que llegará para escuchar como descanso antes de llorar mi angustia, aquella que no sale de mi mirada, aquella que se acopló sin saberlo, sin entender. No puedo mandar en mi corazón, no puedo mandar en mis ojos, mi expresión me delata. Mis febreros son más largos gracias a las hipoglucemias y a ABBOTT (sus parches son una estafa para los enfermos), siempre miro hacia atrás, y no lo entiendo.

MI intención, mi verdad, la verdad, es que sólo quería pedirle atención, puede que una mirada aviesa, nunca fue mi intención, sé quién es quién, y sé diferenciar entre una reina, una sota, una sotana y un dolor de bursa. Me dejan pista libre para que vuele mi página a color, que hoy es sólo negra. Y, les diré a los azafatos que me ayuden a encontrar la salida de emergencia, quiero saltar, solo sin ataduras ni comuniones falsas, sin mentiras que nos llevan a disfrazar de amistad, hermanamiento, de mentiras que no alimentan ni la luz de un carburero de mis años mozos subiendo trochas, me quedó tanto por soñarte, estaba despertando de la siesta y se terminó la luz.

Mañana comienza una nueva vida para muchos seres que llegan a este maldito mundo. A mi, si no le importa, me empieza a pasar la cuenta que he dejado el trineo mal aparcado. Por más que espere nunca te volveré a tener. Mi profesor de kárate ‘IldebranDBrun’ alemán hasta las cánulas de sus receptores, quería haber acompañado a mamá, ella prefirió dejarlo en el que opera espaldas neurológicas, o de las otras…

Te saqué del chili-chilout. Y, ahí lo deja el que dice que lo cuenta, porque la mentira le llena de horror, el vértigo, no entender, no querer, comprender… Otra Dorada para mi esposa, y otra para mi mujer… aquel maldito maravilloso horroroso (sin comas) recordado odiado envenenado (sin puntos) aquel que pudo ser el primero de los demás, quedó como el último sin posibilidad de nada. Yodos los demás, aunque se escriba con Y de (yulio, agosto, yeptiembre…? Un día te amé, hoy te amé, mañana llorando te amaré… ¿Cuándo volverás? No vuelvas. Siempre yuyo, sólo tuyo y afectísimo.

No entiendo por qué el color azul en una princesa la convierte en el príncipe gruñón. Alguien en la zona, algún taxi próximo. Te amo.