Gusto

El Gusto es una convención, el mal gusto una realidad

ADELANTE LA PARANOIA, EL VIAJE DE MI AMIGO PEDRO

Y, me contaba mi amigo Pedro que había salido de su estado natural de conciencia, y, a través del sueño, había viajado hasta la casa de su Sorprendida y había realizado un viaje ¿astral? O vaya usted a saber…

Pero, el relato era digno de una película de las de millones de dólares de taquilla. Decía en extracto: ‘Que saliendo de su cuerpo a través de la concentración, la provocación del sueño, y buscando el momento en el que iniciarlo, viajaba hacia la casa de su Sorprendida, y entrando en sus aposentos, le arrancaba el aroma de su brazo, el calor de la cadena linfática de su antebrazo, colocaba su mano en la frente de su Respetada, e iniciaba un vuelo de conciencias’… ¡Uf qué difícil de entender, pero pinta bien. Entre locura e incomprensión marciana!

Ese vuelo, o en ese vuelo, no sirve nuestro estado material, imaginaros el golpe, es o son nuestras esencias, eso que no conocemos pero que sabemos que existe, las que realizan el viaje por nosotros. Me habla y relata de la existencia de seres mucho más avanzados entre nosotros, a los que resultará divertido ver cómo somos de verdad, para ellos somos tan sencillos como el mecanismo de un chupete… esas esencias viajan como un todo e invaden las del otro ser, pasando a ser una única energía, que se separará cuando regresen al estado material. En esa frustrante ruptura quedan partes de la energía del uno instalado en el otro ser, lo que les dará un conocimiento mutuo que será eterno, ya que conocen su origen real. Algunos autores consultados lo llaman deja vu, pero, al parecer, no tienen nada que ver. Pedro me preguntaba por qué conoce a alguien de quién nunca ha tenido noticias, y que además vive en las antípodas de su país, de sus pensamientos, de su mundo. Al parecer, y continuando con el Viaje de Pedro, su relato promueve una visión exterior de nuestro sistema solar del que dice que, hay dos soles, y más planetas de los que los hombre ven (¿?) Me cuenta que nuestro universo es finito, aunque está en fase de expansión regresiva, joder que términos más kafkianos y poco aclaratorios, y lo intenta: ‘es como una explosión que implosiona a la vez, desde la corona central… y continúa: ‘Nuestras leyes naturales son únicas y están en experimentación, y los universos son como las galaxias, infinitos’. Y, todo esto que me cuenta el Viajero podría salir del Canal Historia, o de uno a la orden, pero no. Insiste en términos nunca escuchados en semejante cerebro de chorlito, y su aplicación de la física está más cerca de las promesas que de la realidad. Pero no deja de ser divertido.

Al hablar de lo más grande MEGA, hablamos de lo más insignificante, pero que al final son las mismas estructuras que generan la vida, al menos la que conocemos, sería el mundo de lo -MICRO. Por eso será que conocemos las estructuras subatómicas, y nos prometemos ser dioses en esta dolida y herida Tierra, por creer que sabemos algo. Una vez que Pedro sale con su Sorprendida dice llegar hasta donde no existen límites, y me explica con profusión lo que es la materia inexistente pero que nos invade y llena de vida… Me habla de música creada por los universos, sus formas de comunicarse, los millones de colores inimaginables que recorren las distintas formaciones… ¿Alguien sería capaz de describir el cambio en los colores del pulpo cuando quiere cazar o procrear?, ¿existen estos matices en los universos? Pero no dejan de sorprenderme las cosas que sueña, o hace mi querido Pedro. Al regresar hacia ‘nuestro universo’ habla de seres que viven en nuestra galaxia y muy cerca de nosotros, me habla de otros con los que vivimos, y que están para ayudarnos, para elevarnos… ¡Locura de amor, sentido trágico de la existencia, contradicción hegeliana, insulto al sentido eclesiástico de mi formación acomplejante, y humillada por hombres con falda. Se me juntan los ceros y unos delante de las gafas!

En el regreso, según el Relator, las esencias, las energías, se separan, cada una toma un camino y regresan al sueño cuya duración en horas será dos o cuatro, en sensaciones y tiempo de viaje pueden ser años… ¡Otra más! Y, es en esa separación en la que el Ser que ha sido invitado y elevado puede recoger esencias reales de su maestro… todo muy al modo y manera de las sectas que se queman en cabañas de aleluya. Pero, real como las subidas de impuestos. ¡Antes eran locos, ahora con google son lOOcost! ¿Será verdad? Para concluir, en horas, días, la Sorprendida comienza a recordar, y a atar situaciones que le llevan a creer en todo lo que Pedro le contó. Yo he viajado con Pedro, esa es otra experiencia, pero viajé.

                    

Yo viajé

Tú viajaste

Él viajó

Me apetecía acabar, pero me queda una duda… ¿Conocéis a alguien que haga estas cosas? Es por comparar, mi amigo Pedro está harto de que unos sepan quién es, y a qué ha venido, otros… Yo no sé si creérmelo…

Espero con ansia vuestros comentarios.

Y besar su noble calavera, y amordazarlo y regresarlo…