Gusto

El Gusto es una convención, el mal gusto una realidad

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EL GUSTO, QUÉ ES

Cuando van corriendo los años, el hocico se nos afila, y lo que antes era una comida ‘normal’: entrantes, dos platos, postres, café, copa, puro… se ha convertido en los entrantes y el café. Claro, si los entrantes son intragables, la comida se acaba. No me gusta comer por ahí, porque en el mundo de la restauración hay mucho iniciado y poco profesional. Se innova lo justo, se copian las ideas, y en un país que es un escaparate abierto al turismo, tenemos que ver paellas para hornear, o con chorizo, bollos preñaus con tripas, makis de las cosas más extrañas… Te acabas aburriendo .

Cuando no, encuentras una cadena de comida rápida que vende los mejores productos y elaboraciones que aportan frío y lo dejan todo pegajoso. También es cierto y aquí los encontraré, aquellos locales, tiendas, establecimientos, que sí aportan e innovan. Igual que Adolfo Domínguez busca como recuperar su identidad perdida, Zara se coloca con diseños de locura a precios sin parangón. El gusto por lo eterno, por lo real. El sabor de un buen tomate. El tacto de una buena lana. El mágico olor de una fragancia y sus recuerdos. La dulzura de una piel trabajada con esmero… Todos tenemos buen gusto, pero yo os enseñaré el mío, que es distinto. ¿Os gustan las gafas, relojes? A mí, también.