HISTORIAS DE VALDEMORO (III)

En Aranjuez, parecía que la democracia llevase más tiempo que en otros municipios cercanos. Concurrían muchos partidos, aunque PSOE y PP eran los que mandaban, los comparsas eran los de IU, en ocasiones conseguían colocar concejales, y un tal Fournier que era de turismo y nos montaba en globo. Lo otro, no lo sé, que cada uno cuente su feria… jajajaja… Aranjuez es un municipio muy bonito, con muchos restaurantes, con mucha historia, con mucho borbón suelto, con poco salero y algo frío y triste. ¡Ah! Y muy combativo. ¡Les cerraban todo! Menos mal que les hicieron el casino y la cárcel. El efecto frontera con Seseña y la provincia de Toledo les tuvo y tiene arruinados y sobre todo les tiene desesperados como sociedad. El Motín, El Motín… Vaya fiestas… Aranjuez, tierra de reyes en el que moran los que curran en los polígonos cercanos. Buena cosecha de políticos que se tiraban los trastos desde dentro de sus partidos. La llegada de José María Cepeda Barros lo cambió todo, pero a peor…

Ciempozuelos era un pueblo tamaño medio tirando a pequeño, pero con teatro, sala multifuncional, piscinas a las que se les caía el techo al primer vendaval, y muchos kilómetros cuadrados para recalificar y enriquecerse. Sus políticos nada de nada, sus plenos un coñazo, y lo que allí se decidía servía para poco, bueno, para dar más prebendas a los Hermanos de San Juan de Dios y a su general el Padre Calixto Plumbed, que se vio envuelto en un turbio asunto de cobro de pensiones de muertos que les habían habilitado ante la Seguridad Social, un palo más en nuestras castigadas espaldas, porque también va contra el erial público.

De San Martín de la Vega hablaré menos, porque allí la política local estaba dirigida por una pareja de hecho: Juan Carlos Vállegas y Miguel Ángel Belinchón (como Zipi y Zape, o como María y Ostíz…), pareja que controló los designios del pueblo de las yeseras y los acuíferos, San Martín: la del Parque de Atracciones del conejo… otro de los grandes palos en el que hubo dinero para todos. Menos mal que estaba Ibañez en Parla, si está Tomasín Gómez arma la de dios. ¡Ah!, de aquella conocí a Pedro Castro, era muy gracioso, no se le entendía nada… jajajaja… ¡Otro!, que era amigo de Ricardo Romero de Tejada, de su chófer el Willy, que después sería Guillermo el sucesor de Ricardo, que trabajó en la imprenta de uno, que después montó con un sevillano del Pedrosillo, y procesado por los ERES, el diario Negocio y estilo de vida… joder que cansancio, lo he contado del tirón… Me encanta cuando sin haber apuntado nada en mi vida, ni grabado ni un segundo soy capaz de acordarme del nombre y dos apellidos de todos estos… Y no me acuerdo de lo que he comido, ¡ah sí!, arroz a la cubana… jajajaja…

En Pinto conocí a Segundo, dircom de Carlos Penit, alcalde indultado de Izquierda Unida y al que condenaron por nada bueno. ¿Corrupción? Po zi… Le apoyaron los de la corriente de izquierda socialista dentro del PSOE: Almeida, López Garrido… Hasta que apareció Antonio Fernández González, que venía de presidir la Asociación Cultural Tierno Galván, (con un compañero del que no recuerdo el nombre pero que llevaba las mismas trazas que Alfonso Guerra, cuando era malo. ¡No se qué González!) un nido de cursos de formación para los parados de la zona (ahí también se puede investigar, que seguro está claro como el caldo de un asilo en el Estero)… Después, Antonio Fernández llegó a la alcaldía, echando a Gloria Razábal, que no pagaba las cortinas de su casa ni las obras de reforma, otra como la Zaldívar… La oposición se pasaba mucho con ella, que era una marioneta de Penit, y la sacaban las facturas y ella, mientras, miraba al fondo del salón de plenos sin saber dónde miraba… Fernández (heredó las horrorosas cortinas de Razábal y llegó a pactar con ella) que venía de leer los contadores del gas de la zona, se descolgó el primer día de Alcalde de Pinto con un Mercedes que causó sensación. Al de la oposición, el empresario del PP Luis Miguel Llamas Senra, le amenazó Antonio (el Cabezón) como le conocíamos entre los periodistas, si hablaba de su nuevo Mercedes...

Unos por recalificaciones a las constructoras de los hermanos Castro, otras porque no llegaba la licencia de las nuevas obras de José Luis Capita de Inmarvi/TPC… Se peleaban con fuerza y sin sentido, lo único importante era saber cuál era el requisito para empezar a poner ladrillos, vender, vender, vender… especular, especular, especular…

Valdemoro era más gracioso si cabe. El alcalde, el socialista José Huete López, era un analfabeto mental. Sí, escribía y había aprendido a firmar de forma pomposa, soltando el Parker al final de sus rúbricas como si firmase el Tratado de Versalles. Cuando llegaba a los plenos iba siempre escoltado por Antonio Serrano Soldado, e Isabel (la Roja), pareja de un tal Chema, que se movía entre el perroflautismo de un PSOE sin identidad y la oficina de David Marjaliza. Allí conocí también al ex alcalde de Alcalá de Henares, Bartolomé González, era muy amigo de David, se conocían de las Nuevas Generaciones y Bartolo iba a ver a David, creo que para solucionar su situación en el PP de Madrid.

Marjaliza tenía muchos recursos de todo tipo, todo el pueblo les ‘debe’ haber llevado a Valdemoro la revolución industrial en forma de neveras, teles, planchas… por un módico interés. Además, aquel que no trabajaba con él tenía a algún familiar en la obra. David sabía mover todos los hilos para que todo pareciese que sucedía porque sí. Miguel Ángel Duque, que fuera presidente del PP de Valdemoro, tenía muy claras las ambiciones e intenciones de David, intentó y consiguió apartarle del partido, a Miguel Ángel le costó la salud. Mientras, por detrás, fue despuntando un hijo de toda la vida del pueblo valdemoreño. De buena familia, preparado, con carrera, trabajando en Madrid… Francisco Granados Lerena daba un salto para colocarse a la cabeza de la lista del Partido Popular en Valdemoro. Allí se le vio acompañado por Rodrigo Rato, del que decía ser uno de sus íntimos. David intentó pactar con Paco la posibilidad de presentarse juntos, con un PP sin fisuras ante el electorado, eso sí con el área de urbanismo bajo su control. Ante la ruptura y el NO de ambos contrincantes peperos, David tomó la decisión de entregarle el poder a José Huete López (CacaHuete para los amigos) -es en estas legislaturas socialistas en las que se crean los entramados de CORRUPCIÓN que más tarde servirán al alcalde Granados como resorte para poder interpretar lo que estamos viendo, que, según me da en la nariz, no es ni la punta del iceberg-... Y dicho y hecho se empezaba a gestar la puesta en marcha del Partido Independiente de Valdemoro, que dejaría a más de uno exhausto, en su casa y esperando a que pasasen cuatro años más de bonanza y recalificación a golpe de reunión, maletín y vuelta a empezar.

Creo recordar que en aquella etapa ‘empresarial’ su socio más destacado era El Portugúes. José Luis Capita de TPC, todavía no había saltado a escena. José Luis en aquellos días había dejado de fumar y hacía mucho ejercicio, le encantaba correr maratones y tenía debajo de la mesa una botella de agua fresca para recomponerse de mis preguntas… jajajaja… Al poco tiempo abrió una cadena importante de joyería de tercer nivel que llegó a implantarse en los Carrefour y centros comerciales (a miles) que había desde Pinto a Villaverde.